Días atrás los medios recogían las medidas adoptadas por el gobierno socialista local para hacer frente al preocupante ascenso del número de parados en la ciudad de Santa Coloma de Gramanet.
Como siempre, cuando hay fuego, se aplican políticas de bombero. Dinero (4 millones de euros) y políticas de choque “para salir del paso”. En vez de aplicar políticas de jardinero (plantar=crear) se aplican de bombero (apagar=mantener el edificio).
Pero siempre, “poderoso caballero Don Dinero”, como diría Quevedo, tapa responsabilidades de anticipación política cuando la cifra es difundida al vulgo con escenificación teatral y edulcorando las acciones paliativas. Es como si después de recetarle el doctor un analgésico al enfermo los familiares de este respondiesen con aplausos al tratamiento médico dictaminado. Si no el aplauso, el político se contenta con el silencio, que es interpretado por éste como un aplauso sordo.
Pero vayamos más allá. Después de la interpretación subjetiva del aplauso sordo, como reacción a la política de manguera larga y abundante riego, el político, en este caso ,“ Lo Batlle” Bartomeu, aprovecha la zanja abierta por las grandilocuentes cifras en las conciencias ciudadanas para dar un paso más. La coda a sus acciones (no sonora a diferencia de la musical) suele ser un “plus” casi encalado por un método cercano al estraperlo.
Y, hete aquí, que aprovechando el “tirón” al alcalde local le ha dado por ¡tunear los contenedores!
Sí, como oyen, en tiempos de precariedad, al alcalde de su ciudad le ha dado por repintar en algunos casos o quitar los adhesivos existentes en otros, en los contenedores de la ciudad. Se entiende que la acción física no la realiza él, para ello, parte del séquito municipal, a cargo y sueldo de la población, realiza citada función.
¿El problema?
¿Restitución por mal estado?, ¿errores de impresión en los antiguos?, ¿modismos?
Pues no, el único “defecto” es que las indicaciones estaban en dos idiomas, castellano y catalán, y los nuevos se están substituyendo por indicaciones únicamente en lengua catalana. Miento, en algunos se mantiene un único vocablo en castellano,”cháfalas”, aunque no sé si se refiere a las botellas o a los vocablos en idioma cervantino.
Mucho parchís de colores, mucho reciclaje, el amarillo para esto, el azul para lo otro, y ahora les da por restringir los canales de difusión amparados en caprichos patrioteros. Se demuestra así, que no siempre el material desechable se encuentra en los contenedores, a veces habita en cavidades craneales, aunque su reciclaje hacia la racionalidad es ciertamente complicado.
Además, el “tuneo” tiene un coste, aunque para ello no se hagan ruedas de prensa circenses. No parece buen momento si es que hay adecuación para la acción, el panorama actual.
Yo me pregunto, ¿ es necesario ?, ¿ es funcionalmente provechoso ?, ¿ medida anti crisis ?
El socialismo no es lo mismo que el izquierdismo, ni el progresismo es patrimonio de la “rosa”. El socialismo catalán, en este caso puntual local, ha tomado las riendas de las políticas de entrañas y ha dejado a un lado la política gestora desprovista de sentimentalismos. Sus acciones, huérfanas de razón van encaminadas a “tunear”,”modelar”,”cambiar”,”repintar” una nueva sociedad que substituya a la existente, que por real, no les vale. Son escaparatistas del escenario de la vida instruidos por cursos a distancia. Las acciones son normalmente introducidas con calzador, con morfina, con hechos que asemejan susurros, con el último fin de “pasar desapercibidas”, de “no molestar”, y no son más que muchos pequeños aditivos que buscan reencaminar el pensamiento-actuación de la ciudadanía.