Jugar a ser país


El Ayuntamiento de Sant Cugat reconoce a Kosovo gracias a los votos de CiU y Esquerra




La noticia en sí se comenta por sí sola. El ayuntamiento de Sant Cugat, no encuentra asuntos mas importantes de los que ocuparse por el bien de sus conciudadanos, y se saca de la manga soberanista una moción, en la que se aprueba el reconocimiento como estado de Kosovo.

La moción, ha sido a aprobada con el “lógico” apoyo de los partidos independentistas y con la abstención, que no reprobación de socialistas y neo comunistas. Es cuanto menos sorprendente la posición que toman los socialistas catalanes en contraposición a la que tomaron en su día los socialistas de ámbito nacional. Claro ejemplo del doble discurso nacional-local y la utilización de unas siglas para la captación de votos engañando al ciudadano que se quiere engañar.

Destaca en la moción citada el apartado donde pedagógicamente nos instruye acerca del lugar que ocupa el discutible “derecho a decidir” dentro del espectro democrático.

“el derecho de decidir es un derecho fundamental y un principio democrático que está por encima de los intereses geopolíticos y económicos".

El único derecho fundamental y por consiguiente, pilar de los principios democráticos es respetar la legislación vigente. No se puede implorar a principios democráticos cuando se pretende obviar el principal principio básico, el respeto a las reglas de juego.
Tampoco nos aclara el texto quien es depositario de ese supuesto derecho a decidir. ¿ Los estados modernos?, ¿las colonias?,¿ los ciudadanos?, ¿Sant Cugat?.
El “derecho a decidir” se refiere únicamente a antiguas colonias que fueron colonizadas en su día, no se refiere ni a estados, ni a regiones, ni a individuos ni al ayuntamiento de Sant Cugat.
La declaración estrella nos viene del portavoz local de ERC al aseverarnos :
"Kosovo no es igual a Catalunya, pero cada vez más, España se parece a Serbia".
Por suerte, ni Cataluña se parece a Kosovo, ni España se parece a Serbia ni muchos de nosotros queremos que se parezca ni calque su reciente historia. Confunde el señor Grangé sus deseos personales con la observación objetiva de la realidad serbia y española. El siguiente paso del guión o remake, consistirá en comparar Cataluña con el Tíbet y a España con China o Cataluña con Palestina y España con Israel.
Demagogia victimista romántica como elemento de supervivencia política.

4 comentarios:

Apostata dijo...

Y yo me pregunto ¿Quien coño es un ayuntamiento para reconocer estados? Aquí hay una confusión enorme con la organización institucional. Desde la última pedanía de la Gomera hasta el president de la Generalitat, todos los poderes municipales y autonómicos de este país pertenecen a la estructura del estado, son por tanto instituciones representativas españolas, no taifas independientes.

Pero si a un ayuntamiento se le consiente que vaya por libre en asuntos de política exterior, cuya competencia pertenece únicamente al gobierno de la nación, ¿que no se le va a permitir al presidente de una comunidad?

Marga dijo...

Alguien dijo, no recuerdo quién, que "revolucionario es un terrorista que vive lejos". Si sirve para las comparaciones...

Anónimo dijo...

Es cierto lo que comentas apostata. Sinceramente, creo que es producto de un cierto afán de protagonismo conjugado con extralimitación de poderes.
Gracias por tu comentarios.
Un saludo.

Oscar dijo...

Lo que es seguro que se demuestra es que ante una cierta distancia a la hora de comparar dos elementos de características diferentes, se produce una alteración importante de la capacidad percetiva, suplida esta por amplias dosis de fanatismo.
Gracias por tu comentario.
Un saludo.

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