Las hiperbólicas y catastrofistas declaraciones del señor Pere Macias ( CIU ) en el día de ayer en Gerona poco contribuyen al mantenimiento de un cierto clima de calma democrática.
Además de pronosticar el futuro a 25 años vista, lo que indica su minimalista bagaje político basado en supuestos proféticos, el político convergente identifica el foco del conflicto guerracivilista y sus motivaciones.
El motivo, la “segregació”.
Para empezar, es una propuesta , un compromiso electoral, y estos, como hemos tenido el gusto de padecer últimamente, están supeditadas a los pactos electorales. Además, es propuesta, y no ley. Para llegar a la condición de ley necesita del amparo de los ciudadanos depositando su confianza en los populares en las próximas elecciones generales y el respeto de estos por su propio programa.
Si avanzamos en sus declaraciones, nos encontramos con mas motivos, el motivo, “la segregació”.
Es cuanto menos curioso que se critique la posible segregación, posible, no deseable, de repartir a los alumnos respetando la lengua vehicular que escojan sus padres para recibir la docencia , cuando el nuevo programa educacional de la Generalitat contempla la “segregación” de los estudiantes inmigrantes en aulas diferenciadas. Esta medida no es considerada segregacionista y sí integradora a plazos. Pura demagogia.
Nos encontramos ante un nuevo caso de utilización partidista del lenguaje por parte de las formaciones nacionalistas.
Otro de los motivos que aduce el convergente nacionalista es que “ puede partir Cataluña en dos mitades”.
¡ Y en más señor Macias ! En dos , en tres , en cuatro y en veinticinco. Pero con una diferencia, dos, no es cuestión de división, es cuestión de usos, y en caso que fuese división, noi sería política, sería lingüística.
En estas declaraciones se evidencian dos de los propósitos doctrinarios nacionalistas. El primero, utilizar la lengua como “distintivo uniformador de la unitaria cultura patria”, y el segundo, la demagogia de los políticos a la hora de utilizar términos tales como cosmopolitismo, integración, cuando no frases como “abierta al mundo” para definir el “carácter” de Cataluña. El nacionalismo es interiorista, de políticas ombliguistas , y poco condescendiente con la pluralidad. Intenta crear un “modelo base” y “normaliza” todo lo que se sale de las “cualidades básicas”
Además de pronosticar el futuro a 25 años vista, lo que indica su minimalista bagaje político basado en supuestos proféticos, el político convergente identifica el foco del conflicto guerracivilista y sus motivaciones.
El motivo, la “segregació”.
Para empezar, es una propuesta , un compromiso electoral, y estos, como hemos tenido el gusto de padecer últimamente, están supeditadas a los pactos electorales. Además, es propuesta, y no ley. Para llegar a la condición de ley necesita del amparo de los ciudadanos depositando su confianza en los populares en las próximas elecciones generales y el respeto de estos por su propio programa.
Si avanzamos en sus declaraciones, nos encontramos con mas motivos, el motivo, “la segregació”.
Es cuanto menos curioso que se critique la posible segregación, posible, no deseable, de repartir a los alumnos respetando la lengua vehicular que escojan sus padres para recibir la docencia , cuando el nuevo programa educacional de la Generalitat contempla la “segregación” de los estudiantes inmigrantes en aulas diferenciadas. Esta medida no es considerada segregacionista y sí integradora a plazos. Pura demagogia.
Nos encontramos ante un nuevo caso de utilización partidista del lenguaje por parte de las formaciones nacionalistas.
Otro de los motivos que aduce el convergente nacionalista es que “ puede partir Cataluña en dos mitades”.
¡ Y en más señor Macias ! En dos , en tres , en cuatro y en veinticinco. Pero con una diferencia, dos, no es cuestión de división, es cuestión de usos, y en caso que fuese división, noi sería política, sería lingüística.
En estas declaraciones se evidencian dos de los propósitos doctrinarios nacionalistas. El primero, utilizar la lengua como “distintivo uniformador de la unitaria cultura patria”, y el segundo, la demagogia de los políticos a la hora de utilizar términos tales como cosmopolitismo, integración, cuando no frases como “abierta al mundo” para definir el “carácter” de Cataluña. El nacionalismo es interiorista, de políticas ombliguistas , y poco condescendiente con la pluralidad. Intenta crear un “modelo base” y “normaliza” todo lo que se sale de las “cualidades básicas”
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- Oscar
- Santa Coloma de Gramanet, Barcelona, Spain
1 comentarios:
Yo, de política tampoco entiendo, pero de sentimientos, sí. Y lo que siento es que cada vez le tengo menos miedo a esos NAZI-ONANISTAS. O sea, que si hay una guerra, que la haya, al fin así tendremos todos para disparar y no sólo unos cuantos.
Dicho de otra manera: Que éste y todos los demás y sus amenazas, me la REFLANFLINFLAN
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