El modus vivendi del converso


El señor Montilla, uno de los más claros ejemplos del homo conversus realizaba unas declaraciones en las que , como cada vez que se acercan las fechas electorales, se acordó de sus origenes y se dirigió a sus paisanos. Normalmente, lo suele hacer para pedir, y esta vez no ha sido una excepción.

Esta vez, les pide que hagan de embajadores de Cataluña en su región y que cuenten las bondades del sistema lingüístico impuesto por la Generalidad.

Mire señor Montilla, si no existiera un conflicto lingüístico no existirían oficinas de delación lingüística, con lo cual la libertad expresiva no se vería asediada y, tampoco se darían casos que vulnerasen el ambito privado.
Se tienen que tener muy pocos escrúpulos para intentar vender realidades virtuales a los ciudadanos, y menos aún hacerlo al paisano.

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