La factoría socialista lanza ahora, a modo de perfume, una fragancia de hierbas mediterráneas, de “buen rollo” e inofensiva, para despertar los sentidos y fomentar valores como la justicia, la solidaridad, la libertad, la igualdad, el progreso y la eficacia.
Aunque la “chorradita” tiene su encanto, y ha demostrado su efecto mediático en un tiempo récord, “la fragancia socialista” que corre por otros lugares, dista mucho de evocar los valores humanos mencionadas anteriormente.
Sin ir más lejos, apelando a la legitimidad y transcurridos sólo seis meses desde las pasadas elecciones municipales, el PSC de Badalona ha destapado esta semana el perfume de uno de sus secretos más conocidos: la sustitución de la alcaldesa y su postulación como senadora en las próximas Elecciones Generales.
Todo indica que este perfume, propio del PSC de Badalona, ha sido elaborado igualmente en la factoría socialista de la calle Nicaragua, pero ¿a qué huele?
¿También contiene un “aroma de justicia”, para que el PSC haga autocrítica ante los peores resultados electorales obtenidos en elecciones municipales? ¿Está impregnado de “solidaridad” con los ciudadanos más desfavorecidos de la ciudad?
¿Huele a “esencia de libertad” para devolver a sus militantes su capacidad crítica y el criterio personal?
¿Lleva una pizca de “igualdad de oportunidades” para que haya más de un candidato a la alcaldía?
¿Rebosa quizás un “aroma de progreso”, o simplemente sirve para el progreso personal de unos pocos elegidos?
O más bien ¿es una fragancia que se extiende como un “olor eficaz” para tranquilizar los ánimos socialistas y asegurar así la paz y la perpetuación del partido en el poder?
Fraude o no fraude lo cierto es que esta maniobra política surge para mitigar la debacle y la caída en picado del PSC en Badalona, y propiciar un relevo, que al efectuarse a espaldas del ciudadano, y suponer una traición a la confianza del electorado, tendrá consecuencias negativas para ese partido, aunque positivas para la alternancia en democracia. La credibilidad, como la honestidad y la coherencia, se tiene o no se tiene pero es difícil de teatralizar.
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La factoría socialista lanza ahora, a modo de perfume, una fragancia de hierbas mediterráneas, de “buen rollo” e inofensiva, para despertar los sentidos y fomentar valores como la justicia, la solidaridad, la libertad, la igualdad, el progreso y la eficacia.
Aunque la “chorradita” tiene su encanto, y ha demostrado su efecto mediático en un tiempo récord, “la fragancia socialista” que corre por otros lugares, dista mucho de evocar los valores humanos mencionadas anteriormente.
Sin ir más lejos, apelando a la legitimidad y transcurridos sólo seis meses desde las pasadas elecciones municipales, el PSC de Badalona ha destapado esta semana el perfume de uno de sus secretos más conocidos: la sustitución de la alcaldesa y su postulación como senadora en las próximas Elecciones Generales.
Todo indica que este perfume, propio del PSC de Badalona, ha sido elaborado igualmente en la factoría socialista de la calle Nicaragua, pero ¿a qué huele?
¿También contiene un “aroma de justicia”, para que el PSC haga autocrítica ante los peores resultados electorales obtenidos en elecciones municipales?
¿Está impregnado de “solidaridad” con los ciudadanos más desfavorecidos de la ciudad?
¿Huele a “esencia de libertad” para devolver a sus militantes su capacidad crítica y el criterio personal?
¿Lleva una pizca de “igualdad de oportunidades” para que haya más de un candidato a la alcaldía?
¿Rebosa quizás un “aroma de progreso”, o simplemente sirve para el progreso personal de unos pocos elegidos?
O más bien ¿es una fragancia que se extiende como un “olor eficaz” para tranquilizar los ánimos socialistas y asegurar así la paz y la perpetuación del partido en el poder?
Fraude o no fraude lo cierto es que esta maniobra política surge para mitigar la debacle y la caída en picado del PSC en Badalona, y propiciar un relevo, que al efectuarse a espaldas del ciudadano, y suponer una traición a la confianza del electorado, tendrá consecuencias negativas para ese partido, aunque positivas para la alternancia en democracia.
La credibilidad, como la honestidad y la coherencia, se tiene o no se tiene pero es difícil de teatralizar.
Lorenzo Merchán
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