Esta mañana, he salido temprano de casa con la firme intención de dirigirme a mi trabajo en el menor tiempo posible. Antes de salir, la rutina de siempre, una ducha, vestirse, unas gotitas de mi colonia “PUIG” y muchas miradas furtivas al reloj para controlar el tiempo. Bajando la avenida dels Països Catalans, me he dirigido al quiosco, no sin antes hacer la previa parada en el cajero de “LA CAIXA” para sacar dinero. Por desgracia, uno de los cajeros estaba fuera de servicio y he tenido que cambiar de dispensador perdiendo apenas unos segundos. Una vez en el quiosco, he pedido mi diario AVUI. La tirada de este periódico es prácticamente equivalente al número de ciudadanos que vivimos y pagamos impuestos en Cataluña, aunque su venta sea ciertamente menor. Cual ha sido mi sorpresa cuando el dependiente me ha dicho que antes que yo ha venido una persona y se ha llevado dos ejemplares, sin especificar su uso, con lo cual me he quedado sin mi ejemplar asignado. Intentar decidirme por otro diario me ha llevado un tiempo, pero finalmente me he decidido por EL PUNT. He paseado hasta la estación de los Ferrocarriles Catalanes. Allí, me disponía a coger el ferrocarril, cuando una voz femenina anunciaba por los altavoces retraso en la salida. Parece ser que al maquinista le pasó lo mismo que a mí con los diarios. El “suplente” tampoco vino a su hora, dado que la noche anterior una cena a base de bocadillo de fuet CASADEMONT y copita de cava FREIXENET le ha pasado factura. Finalmente, ha aparecido el “titular” y el “suplente” se encuentra en el Servei Català de la Salut recuperándose. Con todo, he acumulado media hora más de retraso, a sumar a la otra media que ya llevaba. Una vez he conseguido arribar a la población donde se encuentra el CAPRABO donde trabajo, he ido a tomar café. Soy una persona de costumbres , el mal estaba hecho ya y el retraso acumulado. Al entrar, después de un buenos días testimonial he pedido mi solo cortito. El camarero, correspondiendo a mi buenos días ha tenido a bien desearmelo también a mí, pero este gesto cordial no ha venido acompañado de la acción del preparado del café. Me argumenta y se excusa el señor Pere detallandome las causas. La distribuidora DISBESA no ha podido llegar a tiempo esta mañana, dado que un accidente mientras estaba de camino le ha hecho demorarse. El coche accidentado se encontraba a pocos metros del suyo y hasta que no ha venido la grúa del RACC no ha podido reanudar la marcha. Al entrar al trabajo, he sido yo el que ha tenido que argumentar y excusarme delante del encargado de sección, pero, cual ha sido mi sorpresa, cuando él mismo me ha explicado que también había llegado tarde. A él, le pasó algo parecido con el cajero, pero con CAIXA DE CATALUNYA, y al llegar, se fue a comprar su bacon con queso al BOCATTA, pero no había llegado el repartidor de los panecillos, con lo que finalmente se lo tuvo que ir a comprar al PANS & COMPANY, que le queda algo más lejos. La jornada laboral la he empezado a las diez y media con las consiguientes miradas "acusatorias" de los "compañeros" que habían venido con vehículo propio. Al acabar mi turno, he coincidido con mi encargado, y nos hemos ido a tomar una cervecita al bar del señor Pere. Allí, hemos decidido crear una Asociación de Damnificados por Asuntos Varios (ADAV). De momento, somos mi encargado, yo, el señor Pere y el transportista de DISBESA, con el cual ha contactado el señor Pere. Cuando llegue a la estación de destino intentaré localizar a los dos maquinistas y al quiosquero de mi barrio por si se quieren asociar. Buscando puntos de unión, hemos descubierto que las empresas PUIG, LA CAIXA, CASADEMONT, FREIXENET, CAPRABO, CAIXA DE CATALUNYA, BOCATTA y PANS & COMPANY apoyaron en su día el Estatuto de autonomía de Catalunya con el cual la ADAV no se siente identificado y , dado que dichas empresas han contribuido a nuestra demora y han perjudicado nuestros intereses, nos vamos a manifestar el próximo Sábado para pedir el derecho a decidir vivir en aguas tranquilas para que los poríferos puedan capturar las partículas del agua.