¿ Por qué no te callas ?

Yo no hablo de política, pero hay algo de lo que me gustaría hablar.

Reconozco, que me sorprendieron las reacciones, tanto la del monarca como la del actual presidente del gobierno, en la reciente cumbre iberoamericana.
Antes de nada habría que preguntarse de que sirve esta cumbre y plantearse si es necesaria su celebración, pero esto daría para un amplio debate que ahora no procede.
El señor “Z” por fin sacó a pasear el talante del que tanto alardea y recriminó con refinados modos las palabras del mandatario venezolano.
No hizo más que lo que debía hacer, pero con los tiempos que corren se tiene como virtud y se tiende a la felicitación.
Defendió al país, sus instituciones y sus representantes. No defendía al señor Aznar y la política llevada a cabo por este, como bien explicó, se defendía de los furtivos ataques del supremo jefe socialista neo bolivariano. Aznar era presidente del gobierno coyunturalmente, pero no el país, como actualmente pasa con él mismo. El respeto es reclamado a lo que representa y a los votantes que le dieron la representación.
La reacción del monarca fue sorpresiva, a “la española”, sin el refinamiento inglés, tal vez estratégicamente meditada, pero ante todo acertada.
Con acciones ( viaje Ceuta y Melilla, “¿Por qué no te callas?” ) el Rey está justificando la razón de ser de la institución que él mismo representa. En mareas mediáticas revueltas las acciones amansan el bravío mar.
El problema viene dado por el tono, el énfasis y el tipo de lenguaje empleado.
Bien podría haber sorprendido el monarca al populista dirigente venezolano con una arenga musicada adecuada a los ritmos latinos imperantes en el país venezolano, o tal vez, hubiera sido más correcto utilizar los recursos bucólicos de nuestra poética.Aún así, aún refinando, adaptando o incluso cantando, el mandamás venezolano tiene lo que quiere. Una excusa para sus exabruptos y otro enemigo con el que sentirse necesario delante de su pueblo, porque a este paso será suyo

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