Este fin de semana, fin de semana de clásico, he topado en varias ocasiones con la televisión autonómica catalana sintonizada en mi receptor de televisión.
Entre tanta Maratón, y si no fuese por ella, hubiese salido corriendo de casa dando dos vueltas de llave por miedo a que me persiguiese el altavoz visual del nacionalismo en Cataluña.
Les pongo un par de ejemplos y pido disculpas al no poder aportar las “pruebas del delito”, si bien, mi esperanza de que algún lector pueda recuperar de su memoria las doctrinales imágenes, me anima a denunciar el hecho.
Aproximadamente media hora antes del inicio del partido que enfrentaba al F.C. Barcelona y el Real Madrid, TV3 conectó con los aledaños ( palabra tópica del lenguaje deportivo) del estadio para hacernos una “fotografía” del ambiente que se respiraba minutos antes de que sonase el pitido inicial del arbitro que daba inicio al partido.
Lo que no conocíamos es que la mini crónica iba a pasar por el “photoshop”. Relataba así el cronista:
“Fa pocs instants hem vist una imatge ben curiosa. Un afeccionat del Reial Madrid ha entrat a l'estadi amb la seua bufanda i tot.
Hi ha gent valenta”
“Hace pocos instantes hemos visto una imagen bien curiosa. Un aficionado del Real Madrid ha entrado al estadio con su bufanda y todo.
Hay gente valiente”
¡ Y tan ancho se quedó!
Ni que hubiese visto a un valiente alienígena entrando con su bufanda blanca a la masía de Can Laporta dispuesto a succionar unos deliciosos calçots.
De lo que se trata en esta crónica es de aislar el hecho al plano de la anécdota, de lo anormal, eso sí, con valentía.
Y el domingo, otra ración.
Se enfrentaban en la isla de Menorca el equipo local de baloncesto, el VIVE Menorca, y el F.C. Barcelona en su sección de altos que se empeñan en meter una pelotita en una “cesta”.
Pues bien, el conductor de la trasmisión, para darle una cierta cursilería al oficio, se empeñaba una y otra vez en rebautizar el nombre del equipo local.
¡ El Barcelona se enfrentaba al VIU Menorca !
A tomar por saco los preceptos del respeto al patrocinador, se normaliza y punto.
No me toquen mi querida Menorca, que da cobijo a mi placer, por el bien de un delirante “pancatalanismo”.
Después de estos dos tropezones, he tomado una decisión. El único deporte que pienso ver en la televisión autonómica es el Maratón, que al igual que el fútbol y el baloncesto en esta cadena, no tienen nada que ver con el deporte.