El cuñado del señor Alejandro Echevarría, el también señor Juan Laporta, se descolgó en el día de ayer con unas geográficas declaraciones en la conferencia que dio en el Instituto Francés de Barcelona. En ellas, nos instruía sobre la exacta ubicación de un supuesto país llamado Cataluña sito entre dos países vecinos, España y Francia.
La inexactitud a la hora de calificar por parte del caudillo barcelonista a Cataluña como país, bebe de fuentes sentimentalistas, fabulistas y separatistas y no de realidades históricas y geográficas, con lo que desacreditan sus declaraciones en cuanto universales, objetivas y constatables. Por consiguiente, debemos situar sus afirmaciones en el plano de la subjetividad personal.
Erra el político separatista y en sus ratos libres presidente del F.C.Barcelona a la hora de declarar:

"Es un orgullo explicar al mundo como es Catalunya, porque tenemos un país que la gente quiere ver y en el que la gente quiere vivir".

Al hacernos participe del orgullo que provoca en su persona el explicar a un figurativo “mundo” como es Cataluña, establece una relación personal entre él y Cataluña, convirtiendo a esta en “su” Cataluña y no en Cataluña, con lo que el resto de la frase evidencia una sensación subjetiva en cuanto a los gustos turísticos y deseos de establecimiento de morada de la gente.
Avanzando en sus exhortaciones clarifica aún mas su subjetividad al reseñarnos sus movimientos mundiales al modo Willy Fog para explicar como es su país, Cataluña. Gracias a Dios o a quien se preste, va hablando, como bien dice de “mi país” al referirse a Cataluña y no de Cataluña, ante lo cual, el receptor del mensaje puede despreciar su validez formal en cuanto irreal o por lo menos, parcial percepción.
Además, explica su ubicación, pero es más, nos habla de que tiene lengua propia e historia milenaria.
La historia la tiene, aunque no siempre debidamente relatada. Una cosa es la historia y otra muy distinta, la historieta, el cómic mitológico.
Y de lengua propia, carece, por mucho Estatuto que intente crear precedente. Si fuese así, también tendría religión propia, es mas, también agua propia, y aire, y sentimientos propios, y muchas mas propiedades inherentes a la persona.
Esperemos, que el cuñado del señor Echeverría siga defendiendo estos argumentos ante los socios del club que preside en Calahorra, Tragacete o en Brasilia y que estos le recuerden lo que son y a quien se debe y deje sus delirios aparcados en la almohada de su cama.